Esta semana nos convoca Charo, bajo el tema los 7 pecados
capitales. Si queréis disfrutar del placer de leer más relatos los encontraréis
en su blog ¿Quieres que te cuente?
Hoy escribo para contaros algo sobre mí, quizás no os
interese lo que tengo que deciros, quizás os enfadéis, quizás después neguéis
mi existencia, pero todos sabemos que me conocéis muy bien desde hace mucho
tiempo y que volveréis a mis brazos, pues soy una tentación demasiado grande
para dejarme marchar.
Yo soy una de las siete hermanas mellizas que nacimos a la
vez. Después de un tiempo en la oscuridad, vimos la luz cuando nuestra madre
adoptiva Pandora, nos liberó al mundo y llevo viviendo en él desde entonces. A
mi familia, desde que el mundo es mundo, le ha gustado gastar bromas, al principio
lo hacíamos entre nosotros, pero al conoceros llegamos a la inmediata
conclusión de que vosotros los humanos os convertiríais en nuestras cobayas
preferidas, títeres que podíamos manejar a nuestro antojo, incluso hacemos
apuestas entre nosotros, pero bueno, esa es otra historia. Hoy quiero
agradeceros que seáis tan vulnerables, tan ilusos, tan… débiles, porque
vosotros sois mi pasión. Lo que más adoro de este mundo es ver como os enfadáis,
gritáis, pegáis o incluso llegáis a mataros por una falsa y efímera idea que he
susurrado en vuestros oídos. Sé que muchos os resistís a que entre en vuestras
vidas y eso es lo que más me divierte, porque es obvio que no tenéis dónde
esconderos.
Mi nombre es Ira y estaos atentos, porque cuando menos lo esperéis
os haré una visita.
Muy bien planteado tu relato, y que la Ira, igual que los otros pecados capitales, tengan a Pandora como madre adoptiva.
ResponderEliminarSaludos.
Buenos días, Pikxi:
ResponderEliminarMe encantan el tono irónico que encuentro en tu texto, así como el ingenio con el que está escrito.
Pese a ser pobre y villano, soy capitalino en pecados. Y el de la ira es uno de los que me acompaña con reincidencia efímera. Me alegra saber que mis arrebatos son meros actos de broma inspirados por una melliza juguetona.
Un abrazo.
Wow, Pikxi que buena forma de abordar el tema... me gusta ese tono burlón, irónico que le das al texto, esa explicación de las hermanas mellizas y el haber incluido a Pandora como madre de ellas... es genial.. La Ira es sin duda uno de los pecados que más laten en la sociedad, vivimos enfadados con el mundo, con nosotros mismos, con ese bus que llega tarde, con el viento que lo ensucia todo...
ResponderEliminarAsí que es ella misma la que nos susurra ideas al oído... pues le diré a la Srta. Ira que conmigo se pasa a veces... :)
Besinos grandes...
Coincido con los comentarios anteriores.
ResponderEliminarMe gusta la idea de pensar que cuando la ira se apodera de la razón no se trata más que de un juego de niños en el que somos las marionetas. Me gustaría poder recordar esto en el momento en el que Ira vuelva divertirse conmigo susurrándome al oído.
Una maravilla!!!! Me ha encantado, es divertido y me encanta imaginarlo. Precioso de verdad.
ResponderEliminarMe voy de aquí con una sonrisa.
Muchos besos
¡¡¡Bravo!!! y tanto que entra cuando quiere en nuestras vidas...
ResponderEliminar¡¡¡Bravo!!! y tanto que entra cuando quiere en nuestras vidas...
ResponderEliminarMuy bueno este texto juevero de los siete pecados capitales.
ResponderEliminarUn beso.
Muy original tu forma de personalizar el pecado de la ira como una de las hijas adoptivas de Pandora y su forma de jugar con nosotros, los humanos. Pues he de reconocer que conmigo juega bastante...
ResponderEliminarMuchas gracias por participar!
Un beso
Genial! Un encare completamente distinto sobre la consigna de este jueves.
ResponderEliminarUn relato que se va haciendo más intenso al leerlo, y que da un poquito de miedo. No quisiera que me gane la ira, es peligrosa.
Besos.
Muy buena estrategia la tuya de ponerte a contar desde la perspectiva de la propia Ira. Muy buen golpe de efecto.
ResponderEliminar=)
Saludos jueveros!!
Nos mantienes en vilo hasta el final, donde al fin dilucidas de quién vienen esas palabras de presentación. Muy bien planteado y contado.
ResponderEliminarCiertamente la ira, cuando nos visita... jmmmm! Hay que tener cuidado!
Besos!
Gaby*+
Bien inspirado el relato. El tono sarcástico de tu protagonista la hace más poderosa.
ResponderEliminarLa ira, a todos nos tienta y todos caemos.
Un beso.
Bien inspirado el relato. El tono sarcástico de tu protagonista la hace más poderosa.
ResponderEliminarLa ira, a todos nos tienta y todos caemos.
Un beso.
Espectacular!!! ...muy original ...tanto cuanto real. Felicitaciones!
ResponderEliminarUn beso.
Me encanta la personalización de los pecados y sobre todo esa superioridad casi divina que el pecado muestra sobre el pobrecito y endeble hombre...muy bueno...y encima tan irresistibles ellos, como todo susurro en el oído..
ResponderEliminarbesos y abrazos
Me encanta la personalización de los pecados y sobre todo esa superioridad casi divina que el pecado muestra sobre el pobrecito y endeble hombre...muy bueno...y encima tan irresistibles ellos, como todo susurro en el oído..
ResponderEliminarbesos y abrazos
Desde luego, a veces nos traes de cabeza, pero disfrutamos de lo lindo con tus trastadas ;-)
ResponderEliminarDichosa caja de Pandora, ¿qué sería de la vida sin vosotros? Pues un aburrimiento.
Un abrazo
Y yo que iluso de mí pensé que era el responsable de mis actos. Ahora descubro que no, que siete diablillos me manejan a su antojo y que soy una marioneta en sus manos. Por mucho que me empeñe en contraponer mi voluntad a sus travesuras, acabo siempre siendo dúctil objeto de las mismas. Es un gran descargo de responsabilidad y me agrada saberlo. Yo soy de natural bueno, nada colérico, comedido en el comer, no propenso a excesos sexuales, Soy una joya, lo que ocurre es que las criaturas escapadas de la caja de Pandora hacen conmigo de las suyas.
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto.
Un fuerte abrazo.
Muy bueno Pikxi, tanto el enfoque, hablando en primera persona desde la ira, como en el desarrollo.
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que el título me hacía pensar en algo completamente diferente, no me esperaba esa forma de plantearlo, pero me gusta. Todo lo que sorprenda hace que la opinión sea siempre más positiva.
ResponderEliminarPero como ya sabes que no me gusta comentar sin poner un pero (todo para que no se te suba y te lo acabes creyendo) esta vez creo que lo mejor hubiera sido no mencionar a la protagonista en el título. Hubiera sido todavía más sorprendente si cabe.
Antes de que nadie lo comente, se que la condición era poner el pecado sobre el que trataba el relato. De todas formas yo hubiera intentado camuflar el nombre del pecado de alguna manera para evitar dejarlo tan claro (se que es hacer trampa :-P, pero todo por el bien del relato jajaja!)
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