En este lugar la locura no es un factor para acabar en el manicomio, ni se mira raro mientras cuentas en voz alta las ocurrencias más extrañas de tu mente. Aquí, la imaginación, la creatividad y las majaderías son un valor al alza. Abre tu mente y déjate llevar por los disparates.
Un hilo de sangre
recorre mi labio partido. Cierro los ojos y me imagino en una isla de arena
blanca y agua cristalina. Un gran sol naranja pinta el cielo con las primeras
luces del día y la brisa acuna las palmeras dándoles los buenos días.