Esta semana nos convoca Maribel, bajo el tema Edades Del
Alma. Si queréis disfrutar del placer de leer más relatos los encontraréis en
su blog Soliluna
Un alma en pena vestida de gris vaga entre escombros dentro
de su pequeño envoltorio.
Es un alma envejecida, con vivencias alegres repletas
de amor y cariño, vivencias tristes llenas de dolor y sufrimiento, vivencias
que ya no recuerda y vivencias que jamás podrá olvidar. Todas ellas pesan como
si fueran fósiles de más de mil años, pero el cuerpo que las alberga en su
interior solo ha vivido ocho gélidos inviernos. Un alma antaño rebosante de
emociones y sueños que la guerra arrancó dejando solo vacío.
En otro lugar del mundo se halla un alma joven y divertida,
un alma valiente y aventurera, repleta de fuerza y energía. Un alma que también
ha conocido la crudeza y el dolor de la guerra, pero que jamás se rindió a la
oscuridad. Un alma traviesa a la que su cuerpo de sesenta años, triste y roído
por la dureza de la vida, no le permite llevar a cavo todos sus planes.
Dos almas que ignoran la existencia de la otra, pero que
pronto se conocerán cambiando el rumbo de sus destinos.
El alma y el cuerpo tienen caminos separados. Está claro que el alma que expones está llena de pasión y vida.
ResponderEliminarUn abrazo
El alma no reconoce al cuerpo, solo lo toma, pero sí debe el cuerpo reconocer su alma.
ResponderEliminarBesos.
Eso está bien unir almas para fluir mejor.
ResponderEliminarMe encantó. Besos.
ResponderEliminarNuestra inspiración nos llevó hacia un motivo parecido.
ResponderEliminarDos almas que se encuentran a través de su escrito, reflexionando en sintonía.
besos
Quizás se lleguen a encontrar. A veces el alma depende mucho del cuerpo y cerebro que tiene. En este caso, una era mucho más optimista que la otra.
ResponderEliminarUn abrazo
Interesante relato... que da como para una continuación. Me gustó.
ResponderEliminarUn beso.
Si hay algo que trasciende a nuestra vida, nuestras experiencias, nuestras emociones y recuerdos, eso debería ser el alma.
ResponderEliminarNo creo en almas viejas o nuevas, creo en lo afortunados que somos de poder explorar estas sendas.
Un saludo.
Al encontrarse, podrán ayudarse una a la otra.
ResponderEliminarUn abrazo