JUEVES DE.... BON APÉTTIT

Esta semana nos convoca Nieves, bajo el tema Bon Apéttit. Si queréis disfrutar del placer de leer más relatos los encontrareis en su blog MaticesDe Colores.

¡Qué nervios! Tengo el estómago totalmente revuelto, creo que voy a echarlo todo aquí mismo. Vale, a ver, respira, tú puedes, has pasado un millón de pruebas antes de llegar y lo has hecho bien, puedes hacerlo, estás capacitada, no te olvides de respirar. Es el mejor trabajo del mundo y hoy es tu primer día, asique sobre todo no la jodas, no la jodas, no la jodas…

-Hola, ¿Eres tú la nueva candidata? – pregunta sacándome de mis pensamientos.

-Sí - contesto tartamudeando.

-Bien, te voy a enseñar todo esto. En esa habitación están los chefs supremos, ellos se encargan de dar el toque final y de la perfección, no los molestes bajo ningún concepto ¿Entendido? Bien. Éste va a ser tu sitio, de momento solo te vas a encargar del procedimiento básico, ahí tienes los ingredientes y utensilios que necesitarás. La receta está pegada en la pared, síguela al pie de la letra, si tienes alguna duda, para y ven a buscarme. Quiero que te quede una cosa muy clara, aquí no hay lugar para errores, cada producto desechado es una decepción en la tierra y puede llegar a generar una catástrofe. ¿Alguna duda? – Niego con la cabeza – Escucha, lo harás bien, has pasado un duro entrenamiento para ello. – Dice y se va dejándome sola.

Vale, allá voy. 50g de sal, 200g de fuerza, un puñado de autoestima, 2/3 de tolerancia, un tonel de alegría…. Listo, ya he puesto todo lo positivo, lo mezclo bien, y ahora lo negativo. Un puñado de tristeza, un pellizco de impaciencia, 2 toques de ira… ¡No! No, no, no, no. ¡¡¡MIERDA!!! Se ha soltado la tapa y se ha caído todo lo que había dentro ¡¡¡Aaaaaaa!!!! Y ahora ¿Qué voy a hacer? Espera, respira, ¿me ha visto alguien? Parece que…. ¡Mierda! El de la mesa de al lado viene hacia mí. Respira y sonríe, respira y sonríe, que no se dé cuenta.

-Hola – le digo con una sonrisa exagerada.

-Oye, he visto lo que te ha pasado. Al final echa un par de puñados de alegría y paciencia para compensar, no lo van a notar. – me dice, mientras yo intento evitar el ataque de pánico-  Tranquila, no se lo voy a decir a nadie, pero sabes, nos ha pasado a todos o ¿Por qué crees que hay personas tan diferentes en el mundo?