La inspiración se fue

No sé sobre que escribir, si supiese sobre que escribir escribiría, pero no lo sé. Podría escribir sobre hombres lobo, o sobre pomos de puertas, o sobre ambos, pero no se me ocurre nada. Quizás si intentase escribir sobre lámparas, llegaría un chispazo a través de mis dedos a mi cerebro que encendiese mi bombilla, haciendo que las palabras brotasen como las flores al sol, aunque me da que no va a funcionar. Podría hacer un relato sobre el tiempo, en los ascensores es un recurso muy utilizado, puede que a mí también me funcione, pero con la mierda de día que hace mejor lo dejo, no me vaya a entrar un bajón. Los carnavales o las alergias, eso suena de lo más interesante… son temas de lo más originales, sobre los que jamás se ha escrito. Tampoco quiero poner cualquier cosa y luego darme cuenta a la larga de lo catastrófico de la situación, como los de La La Land. No se me ocurre sobre que escribir.

Si por lo memos tuviese a alguien que me susurrase al oído algo creativo. Antes, escribía relatos divertidos, triste, agiles, buenos y malos, escribía mucho, era fácil y divertido, como si alguien estuviese guiando mis dedos y ahora, vuelve a ser fin de mes y yo todavía no he publicado nada. No sé, es como si faltase algo en mi vida que yo no he visto, pero que estaba y ahora se ha ido, es como si me faltase la manta, el chocolate caliente y una chimenea una mañana en la que fuera hubiese tres metros de nieve y es raro, porque yo eso no lo he hecho nunca. Bueno, creo que voy a poner algunas imágenes que tengo en una carpeta llena de polvo, para rellenar un poco y no parezca que el blog ha muerto.