Oscuridad. Solo se veía oscuridad en aquella habitación, tan vacía y llena a su vez. Silencio. Solo se oía silencio y la respiración de quien abría la puerta.
Luz. Al alumbrar con la linterna se podían distinguir los rastros del tiempo, el polvo, las telarañas, los muebles raídos. El olor. Aquel olor, que solo podía dimanar de un sitio cerrado durante años. Aire. Estaba viciado, urgía abrir las ventanas para orear aquel salón. Crujir. Las tablas del suelo protestaban cuando los pies se posaban sobre ellas. Cortinas. Telones granates que colgaban de la pared impidiendo la entrada de cualquier atisbo de claridad. Pies. Pequeños y sucios dedos que sobresalían por debajo del terciopelo. Calor. El niño dormido emanaba calor. Miedo. Las marcas de las lágrimas presentes en la cara. Ojos. Despierta y unos ojos grandes reflejan lo vivido. Brazos. Se le coge en brazos y se agarra con fuerza para no volver a quedarse solo. Palabras. Ya estas a salvo, todo saldrá bien.
no se porque he intuido el final...pero luego me han entrado dudas. También podía ser que entrabas en una casa de una abuela o algo así, por eso he dudado, me parecía que lo había adivinado muy rápido jaja!
ResponderEliminarUna vez más tu intuición no te falla...
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