lunes, 29 de febrero de 2016

MAR EN CALMA



 

El cálido sol de verano brilla en el cielo calentando todo mi cuerpo. Me gusta que el mar esté tranquilo, cuando está inquieto todo se pone patas arriba y yo, que todavía no he conseguido acostumbrarme, me mareo inevitablemente perdiendo el norte.
Yo no quería esto para mi futuro, pero la vida no te pregunta que quieres, cuando llega el momento tienes que hacer lo que tienes que hacer, relegando todos tus sueños a un segundo plano. La misión que me fue asignada es de vital importancia, la vida de un alma rota depende de ello. Yo, en mi infinita inocencia, pensaba que cumpliría el objetivo antes, pero ha sido imposible. Hoy va a ser un día especial, lo presiento. Oigo el agudo canto de las gaviotas a lo lejos. Algo me dice que por fin voy a conseguir llegar a la orilla, así entregar el último mensaje de un náufrago a su amada, que llevo enrollado en mis entrañas.

4 comentarios:

  1. Que te puedo decir....la mayoría nos trazamos metas que al final fuimos dejando en el camino para adquirir otras...y no es que hayan sido menores metas...la verdad son mas grandes, lo cual me hace pensar que es verdad eso de que cada quien debe cumplir lo que se le toca y si lo hacem,os con ganas..la ganancia es doble...
    besossss...buen martes..

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  2. Qué mejor y más bonito destino para una botella, y quién sabe, es posible que en la otra orilla pueda cumplir sus sueños...
    Una bonita metáfora de la vida.

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  3. Todos los mensajes llegan al universo. Hermoso

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