viernes, 22 de mayo de 2015

El Reino de Oro y Marfil



¡No había ni qué decir! Rica y glamurosa era la ciudad que le hacía tener pesadillas y ella temía que llegase el día en el que la visitara por primera vez.

   Pero sabía que la fecha estaba cerca. El viento se lo había contado. Le había dicho que sus temores se acercaban. El universalmente reconocido Reino de Oro y Marfil se acercaba sin pausa, ya había alcanzado la galaxia vecina. Probablemente esa misma noche, si uno observaba con atención podría verla acercarse entre las estrellas.
Pero ella no miraría. Ella no quería verla venir. Incluso se le pasó por la cabeza huir, aunque sabía que no habría dónde esconderse. ¡Había escuchado tantas historias! Y aunque todas diferentes, todas ellas reinaban cada noche en sus pesadillas desde que el viento hablo con ella.

  Solo tenía 7 años, pero ya había alcanzado la edad legal para unirse al Reino junto a los demás niños de su edad y hacer su primer viaje a través de las estrellas. Algunos de sus compañeros mostraban una excitación desmesurada al respecto mientras que otros, como su amigo Tomás, pretendian mostrar una seguridad que estaban muy lejos de sentir. Ella había optado por no hablar con nadie del tema. Con nadie salvo con el viento, por supuesto. Intentaba con todas sus fuerzas no perder la esperanza de que si lo ignoraba, si no hablaba de ello, dejaría de ser real y no formaría parte de su propio mundo.

    El viento no siempre fue su amigo, pero había aprendido a quererlo y ya hacía un par de años que lo escuchaba regularmente cuando se asomaba al puerto estelar. Aquel lugar extraño del que llegaban las noticias desde cientos de galaxias, todas ellas bajo el mando del Rey de Oro y la Reina de Marfil. El Rey y la Reina que viajaban con su Reino a cuestas, de planeta habitable a planeta habitable, y que ahora se dirigían a aquella que era su casa para llevarsela con ellos y convertirla en una más. Una de tantos. La información de lo que pasaba con los niños tras el Viaje nunca fue clara. Lo único que se supo tras cientos de años perteneciendo al Reino de Oro y Marfil es que nunca se volvió a saber nada de aquellos niños que partieron. Ni siquiera el viento había traido noticias.

    Como he dicho antes, había tantas historias como imaginación podían tener las gentes de aquel planeta. Algunos decían que los niños se transformaban en nuevas estrellas y de esa manera el reino aunmentaba cada vez. Otros defendían que los llevaban para colonizar y poblar nuevos planetas. Incluso estaban aquellos que a escondidas susurraban teorias de tráfico de esclavos, pero jamás nadie sabría de dónde salieron dichos rumores. Los monarcas nunca dieron ninguna explicación. Tampoco nadie se atrevió nunca a preguntar. Ni lo harían nunca, ya que el misterio del Viaje a través de las estrellas valía mucho más que cualquier certeza al respecto.

    Así pués, el día que llegó la visita del archiconocido Reino de Oro y Marfil todos se asomaron al puerto, aunque esta vez nadie hizo caso a lo que el viento les contaba. Todos querían verlo pero nadie quería acercarse demasiado. Ella también estaba allí. Agarraba con fuerza la mano de su amigo Tomás a su lado, y él le devolvía la tensión. Cuando los empujaron hacia delante y se vieron cruzando las descomunales puertas que daban paso a aquella nave de luz blanca y doraba quedaron deslumbrados. Todos los miedos, los nervios y las inseguridades se esfumaron en ese mismo instante. Todos los niños empezaron a asomar sonrisas en sus caras. Ella también sonreía.Ya no había tensión entre las manos de los dos amigos. Ya había olvidado sus pesadillas.

5 comentarios:

  1. ¡Me encanta! Me gusta muchísimo. Una historia muy bonita y con un deje tristón. Muy redonda, no necesitaba alargarse más, aunque ese final da juego pa mucho. :-)

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  2. Precioso y fantástico relato...

    Muchos besos.

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  3. jo...como que no necesitaba alargarse más? yo quiero segunda parte! (vale, es verdad que yo siempre tengo preguntas y quiero saber más...pero que les pasa a los niños? Al principio igual les dan cosas bonitas y luego se los comen como en hansel y gretel, o les hacen trabajar como a esclavos, o ya no tienen miedo porque están drogados...

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    1. Te doy toda la razón nerea. Es verdad lo que dices, sin duda alguna es una afirmación innegable, algo sumamente impepinable. Tú siempre tienes preguntas y quieres saber más. :-D

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  4. Una historia fantástica que bien podría explicar como se van poblando los planetas...o de donde llegan las almas de los niños que nacen....o de donde se originan las estrellas..o....no sigo, porque no terminaría con mis "o"....Tengo que seguirte la pista, derrochas mucha imaginación para trasmitir a mis nietos...bss

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