Mi queridísimo idiota,
Como expresar en esta carta todo lo que siento. Tengo tantas
cosas que quiero decirte, que las palabras se apelotonan en mis dedos. Aunque
no sé por dónde empezar, supongo que hacerlo desde el principio será lo mejor.
En este lugar la locura no es un factor para acabar en el manicomio, ni se mira raro mientras cuentas en voz alta las ocurrencias más extrañas de tu mente. Aquí, la imaginación, la creatividad y las majaderías son un valor al alza. Abre tu mente y déjate llevar por los disparates.