Esta semana nos convoca Pepe, bajo el tema Chantaje
Emocional. Si queréis disfrutar del placer de leer más relatos los encontrareis
en su blog Desgranando Momentos.
¡QUÉ NO! ¡QUÉ YA TE HE DICHO QUE NO! Da igual lo que digas,
la respuesta va a seguir siendo no. Estas castigado, hoy te has portado fatal.
Y me da igual que digan que todos tus compañeros hacen lo mismo ¿Si todos tus compañeros se tiran de un puente tú vas detrás? No sé para qué te pregunto, seguro que la respuesta es sí. ¡Qué dejes de seguirme por toda la casa de una santa vez! No me hagas pucheritos ehhh. Desde que llegaste a mi vida no haces más que darme disgustos y lo de las patas de la mesa ha sido la gota que colma el vaso. No me mires con esa carita de pena, no me vas a convencer para que juegue contigo. Te has portado muy mal y estás castigado. Me da igual que me hagas mimitos. Bueeenoooo, vale, dame la pelota. Sienta. Va.
Y me da igual que digan que todos tus compañeros hacen lo mismo ¿Si todos tus compañeros se tiran de un puente tú vas detrás? No sé para qué te pregunto, seguro que la respuesta es sí. ¡Qué dejes de seguirme por toda la casa de una santa vez! No me hagas pucheritos ehhh. Desde que llegaste a mi vida no haces más que darme disgustos y lo de las patas de la mesa ha sido la gota que colma el vaso. No me mires con esa carita de pena, no me vas a convencer para que juegue contigo. Te has portado muy mal y estás castigado. Me da igual que me hagas mimitos. Bueeenoooo, vale, dame la pelota. Sienta. Va.
Qué relato tan tierno, me ha encantado! Es que esos niños siempre logran chantajear nuestros enojos tan facilmente. Aún de grande mi hijo logra siempre lo que quiere de mí, jajaja
ResponderEliminarUn beso enorme.
Por experiencia, es más efectiva una frase contundente que toda esa bronca.
ResponderEliminarDe todas formas...hay cosas que se me quedan a medias (o se contradicen). Necesito una explicación...jaja!
Casi se parece a mí :-) Y al final, si me pongo dura es peor.
ResponderEliminarAsí que opto por la calma y la relajación y que todo ha de tener un momento.
¿Quién no ha sido niño alguna vez?
Un beso enorme.
Jajajaja, hemos coincidido en e prota de nuestro relato. Se ve que los conocemos bien.
ResponderEliminarUn beso.
Ja es un chantaje emocional que se perdona y hasta despierta simpatía.
ResponderEliminarSaludos.
Esos mimitos y esas carantoñas pueden con todo, eso si que es un chantaje emocional, pero tan tierno!!.
ResponderEliminarBesos.
Y es que cuando te miran así cómo se hace a resistirse? ...imposible!
ResponderEliminarUn beso.
Y es que incluso cuando reñimos a los hijos el amor está presente. Ellos lo saben y nos someten a chantaje emocional. Saben que son nuestra debilidad y es muy complicado imponer algo de autoridad ante su sonrisa y mimitos.
ResponderEliminarGracias por acompañarme en la convocatoria.
Un fuerte abrazo.
ajajajjajajaaja...parece que me miraba al espejo...Es que uno con esos enanitos no puede..vienen con un traje de chantaje a prueba de madres...y abuelas...besos
ResponderEliminarPor un momento (casi al final) pensé que hablabas de un perrito
ResponderEliminarMe gustan los pucheritos, son tan efectivos, y es que los hijos les tenemos la medida tomada a los padres
Abrazos
Es qe la ternura puede vencernos... esos chantajistas son adorables y se cae en su trampa, pero con gusto.
ResponderEliminarBesos.
Que gracioso yo tambien pensaba que se trataba de un perrito, porque lo de las patas de la mesa....vamos que como tengo experiencia aun no estoy muy convencida de que sea un niño. Y es que las mascotas tambien nos chantagean y no veas como...besos.
ResponderEliminarjeje qué manipulable!!
ResponderEliminar+)
Tambien dudo yo de si es un perrito o un pequeño humano. Ternura, mucha, eso si y ceder....al final siempre.
ResponderEliminarUn beso
Yo creo que es un perro
ResponderEliminarTan real como la vida misma. Basado en hechos que pueden estar aconteciendo en tantos hogares en este preciso instante!!!
ResponderEliminarUn relato muy ágil, que nos da perfecta cuenta de qué estamos hablando...
besos, Pikxi, nos estamos leyendo.