- Madre Tierra, ¿puedo salir?
- No, todavía es demasiado pronto.
- ¿Por qué? Yo quiero salir ya.
- No puedes salir. Ahí fuera hace demasiado frío.
- No puedes salir. Ahí fuera hace demasiado frío.
- Me da igual el frío. Yo quiero salir ya. Me abrigaré bien,
te lo prometo.
- ¡He dicho que no!
- Jolín, pero ¿Por qué no?
- No, pero son unas sosas. Además, si ellas se tirasen de un
puente yo tampoco iría detrás.
- Me da igual. La respuesta sigue siendo no.
- ¡No es justo! Los arboles siempre están fuera.
- Mira cariño, si sales ahí fuera, lo más probable es que
mueras. Y yo no pienso permitir que te pase nada malo.
- Pero no me va a pasar nada, de verdad que no. Yo soy super fuerte
y estaré bien. De verdad que tendré cuidado. Profi, porfi porfi, déjame salir…
- ¡HE DICHO QUE NO! Y SE ACABÓ LA DISCUSIÓN.
Pero la flor, deseaba con toda su alma salir a la superficie
para disfrutar de la luz. Aprovechando un momento en el que la Tierra estaba
ocupada cuidando al resto de seres vivos, la Flor se escapó, cumpliendo su
deseo de salir al exterior. Y así fue cómo surgió la primera flor de invierno.
“Lorea ez doa lurrari baimen eske, berak nahi duenean atera
daiteke.” (Esne Beltza)
“La flor no va a pedirle permiso a la tierra, puede salir
cuando lo desee.” (Esne Beltza)
Buen relato, con ese giro final que le da el toque de calidad. Y me pareció un buen canto a la libertad.
ResponderEliminarBesos.
Una historia bonita y libertaria.
ResponderEliminarQué bonito! Pensé que se trataba de una niña...me ha sorprendido! La canción también me gusta mucho.
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