¿QUÉ QUIERES SER O HACER EN TU VIDA?

Yo quiero volar, pero ya sabéis, volar, volar. No tirarme de un avión y caerme hacia el vacío. Eso no es volar. Ni tampoco quiero estar colgado de cuerdas como un chorizo, a la merced del viento en esos tramánculos hechos de retales con nombres del diablo como Ala delta o Parapente o Scachomofla. Quiero volar como lo hace Superman, atravesando el cielo, aunque en realidad se supone que Superman lo que se dice volar tampoco, cuentan que lo que hace es aprovechar el impulso para planear por el cielo. Además, todo su poder se desvanece con una mierdilla de piedra verde llamada Criptonita ¿Qué porque se llama Criptonita? Simplemente porque viene del planeta Cripton, porque si proviniese de Londres lo habrían llamado Londonita, que si lo piensas bien, suena gracioso. Pero al tema, que me estoy liando,
en definitiva que volar como Superman me parece una mierda. Uuuuummmmm ¡YA SÉ! Quiero volar  como Peter Pan, libre por el cielo, solo tienes que pensar en algo feliz y ala ¡A volar! Pufff pero pensándolo un segundo, tiene que ser agotador tener en la mete una idea feliz todo el rato, porque no se a vosotros pero a mi en navidad nunca me han regalado juguetes de cristal. Mejor dejo la idea de volar un poco apartada por el momento.

Yo quiero viajar. Sí, eso es lo que quiero, viajar. Irme a recorrer mundo, conocer diferentes culturas, perderme en lugares desconocidos, hacer amigos de diferentes sitios… Pero seamos realistas, para recorrer mundo hace falta disponer de pasta gansa y mi cartera está llena de telarañas y los ácaros organizan fiestas diarias en él. Si existiese algo rápido, barato y al alcance de todos… algo como los Polvos Flu, que dices a donde ir y apareces allí, sería una opción interesante. Acabo de acordarme de que Harry Potter se le traba la lengua y aparece en una chimenea de una horrible tienda, imagínate que piensas en ir a algún lugar paradisíaco de África y por un despistillo de nada acabas en las fauces de un león, o decides ir a Australia y terminas en el agua justamente encima de un criadero de Tiburones Submarinos. Quita, quita, quita, paso de polvos, que nunca suelen ser tan mágicos como se las prometen, no hay que fiarse de ellos, al igual que tampoco te fías de la teletienda. Y luego está mi miedo patológico a las cosas nuevas, que a mí eso de innovar… con lo bien que estoy tranquilita… como no venga Hulk y me empuje hacia un acantilado… a los sitios nuevos, lo que no les falta son cosas nuevas. Creo que voy a meter lo de viajar en una carpeta que acabará siendo polvorienta, con un post-it que diga “Se te olvidaba comentar tu incapacidad de aprender idiomas”. ¡¡¡VIAJAR AL ARCHIVO DEL OLVIDO!!!

Yo quiero escribir. No cualquier cosa. Escribir en plan serio, un libro o algo así. Jajajajajajaja, aaaaaaiiiiiiiiiiii que chiste más bueno acabo de soltar, de vez en cuando me sorprendo a mi misma de lo graciosa que puedo llegar a ser. ¡Como vas a dedicarte a escribir alma de cántaro! Si es que, tienes la imaginación donde la espalda pierde su nombre, nula constancia y llevas siempre contigo un trailer XXXXXL lleno de faltas de ortografía, gramática y puntuación. Sería una bonita forma de vida, publicando miles de millones de novelas y llegando a ganar el Novel de Literatura con algo que realmente nadie entiende. Lo de escribir ni siquiera va a rozar el archivo, se va a la papelera de reciclaje directamente, o mejor, a la incineradora.

Yo quiero ser normal. Ajustarme a unos requisitos fijados. Tener un trabajo, una casa, una pareja, una docena de churunbeles corriendo por ahí, acostarme a las nueve de la noche como muy tarde, quedar los domingos con un centenar de parejas petulantes y sus hijos, para hacer una barbacoa y presumir de lo color de rosa que es nuestra vida. Solo de imaginarme en esa situación, me están entrando unos sudores fríos por la espalda, urticaria y se me ha formado un nudo en la garganta, me está dando un ataque de ansiedad. Está claro que eso no es lo que quiero. No estoy preparada. De todas formas voy a guardar la idea, porque aunque no me gusta admitirlo en el fondo, muy muy muy muy en el fondo, soy una moñas y no deja de ser algo cuquimente modificable.

Yo lo que realmente quiero es convertirme en un dibujo animado. Pero no un dibujo animado cualquiera (no me veo siendo una esponja  y viviendo en una piña debajo del mar). Quiero ser un dibujo animado de Pixar. Como el vaquero de Toy Story, o un tiburón que ha decidido no comer más peces, o un Gamusino, o  un sentimiento dentro de una niña (me cae bien la tristeza). Quiero ser uno de esos geniales personajes que grandiosos creadores inventan, llegando al alma de niños y mayores. El único problema que le veo es el que me ha comentado el personal de Pixar en la respuesta a mi carta. Me han dicho que es algo imposible de lograr, lo de que un humano se convierta en dibujo. También me han adjuntado una orden de alejamiento y me han aconsejado hacerme una revisión psiquiátrica, no entiendo el porque de estas dos últimas cosas. Sé que esta idea por el momento es irrealizable, pero no la pienso descartar.

Como a estas alturas os habréis dado cuenta, no tengo ni la más remota idea de que quiero ser o hacer. Y vosotr@s, ¿Qué queréis ser o hacer en vuestras vidas?