La luz se convirtió en oscuridad, como el agua se convierte
en hielo con el frío. Y cuando la angustia empezó a vencer a la tenue esperanza
obligándola a esconderse, una gran bola de fuego asomó tímidamente por el
horizonte,
como el súper héroe que rescata a la doncella en el último minuto.
Con sus rayos, los valientes guerreros desenterraron sus últimas fuerzas para
hacer frente al temido enemigo, a sabiendas de que el día estaba de su parte. Armados con sus garras
y afiladas estacas de noble madera rehicieron la formación, en frente, con dagas de plata y sus ponzoñosos dientes, se hallaban los letales enemigos
dispuestos a luchar hasta convertirse en polvo. Pero sucedió algo que ninguno
de los dos inmortales enemigos esperaban, un ruido infernal se escuchó entre
los árboles, como cuando Thor golpea su martillo en el cielo, un ejercito sin corazón…
-
Ya, los humanos aparecieron… bla, bla, bla, llevándose
todo por delante bla, bla, bla. Ese cuento es un rollo papá. Mejor cuéntame un
cuento de hadas. – Protesta el pequeño hombre lobo desde su cama.
Su padre, resignado empieza a contarle otro cuento, con la
esperanza de que algún día comprenda que no es un simple cuento, sino que se
trata de la historia de sus especies y de la razón por la que deben permanecer escondidos
ante la humanidad.
quiero el cuento de hadas...
ResponderEliminarTendras que pedirselo al hombre lobo, pero me da a mi que es una historia sangrienta...
ResponderEliminarme gusta la sangre....siempre y cuando no sea la mia
ResponderEliminarNo tiene porque ser sangrienta. Si a los humanos, ejércitos sin corazón, nos gustan los cuentos de hadas que nunca se cumplen, ¿porque a los hombres lobo sangrientos no les puede gustar?
ResponderEliminarYa sabéis, yo siempre llevando la contraria :P
ResponderEliminarA ti también te gusta discutir.
EliminarClaaaaaaaaro, si no no tiene gracia
EliminarUmmm podrían gustarles, pero quiza les guste más comerse a las hadas, tienen pinta de ser muy tiernas...
ResponderEliminar