En este lugar la locura no es un factor para acabar en el manicomio, ni se mira raro mientras cuentas en voz alta las ocurrencias más extrañas de tu mente. Aquí, la imaginación, la creatividad y las majaderías son un valor al alza. Abre tu mente y déjate llevar por los disparates.
Solo con escuchar
las canciones navideñas, tu cuerpo ya preparado psicológicamente para ello,
libera endorfinas que hacen que te sintas mejor. Automáticamente te hace
pensar en nieve (aunque nunca nieve donde tu estés), en turrón
Oscuridad. Solo se veía oscuridad en aquella habitación, tan vacía y llena a su vez. Silencio. Solo se oía silencio y la respiración de quien abría la puerta.